Historia
HISTORIA ABREVIADA DE LA SOCIEDAD ATENEO MUSICAL DE CULLERA por Ferran Sanz, Cronista Oficial de la sociedad
La Sociedad Ateneo Musical de Cullera tiene una apasionante historia que la ha llevado a ser una de las más importantes asociaciones del panorama musical valenciano e internacional. A lo largo de sus más de120 años de historia, muchas han sido las vicisitudes vividas, el capital humano que las han hecho posibles, los premios y galardones conseguidos, lo cual ha hecho progresar culturalmente y asociativamente no sólo a socios y simpatizantes, sino también al conjunto de la sociedad cullerense, que siempre ha comprobado como el Ateneo Musical ha sido una verdadera pionera en muchos aspectos.
Todo comenzó, como tantas otras veces, por el impulso y la iniciativa de un músico local, Heliodoro Frígola Calatayud, el mestre Urios, en 1896. Era Frígola un apasionado amante de la música y de su pueblo que cursó estudios de composición y dirección en Valencia y Barcelona; tenía, por tanto, una buena formación académica. Contaba con tres importantes ventajas para comenzar lo que sería un viaje apasionante: su liderazgo musical y moral, un grupo de gente entusiasta, músicos que le apoyabann en sus propósitos, y el respaldo del ayuntamiento en el proyecto. Así es como, después de unos meses de preparación, se funda el 15 de Julio de aquel año 1896, en el número 8 del carrer Nou, una Banda de Música con unos 55 intérpretes a la cual le ponen el nombre primigenio de "Unión Musical ", siendo su primer presidente D. Juan Grau Renard. La entidad tenía carácter privado pero financiación pública y por lo tanto fue catalogada por el consistorio como "municipal" porque era éste quien sostenía principalmente sus actividades, pagando por todos los actos que realizaban.
Una de las cosas que más destacaba de aquella banda era la voluntad de superación y el afán de consolidarse en el panorama musical local. Bajo la batuta del "Maestro Urios" la agrupación comienza a ensayar y a efectuar conciertos tanto en Cullera como en Valencia, siendo invitada en 1893 a dar un concierto en la Plaza de toros de la capital. El uniforme de aquella "Unión Musical" era muy elegante: constaba de pantalones con raya amarilla, casaca de botonadura militar y gorra con visera, rematada con una pluma, un "pirri"; de aquí viene, precisamente, el sobrenombre que nos ha acompañado desde aquellos años para siempre, la banda de los del pirri o directamente "els Pirris".
Con el paso del tiempo, aparecen algunas dificultades económicas, el ayuntamiento parece que pagaba tarde, y de esta época es una de las anécdotas más simpáticas de aquellos años: la víspera de la noche de la "Bajada" de 1906, día en que comienzan las Fiestas Mayores de Cullera, músicos y directivos se encierran en el consistorio reivindicando el cobro de las subvenciones pendientes, bajo la amenaza de no realizar la procesión del día siguiente; el pueblo, espontáneamente, lleva a los músicos durante toda la noche comida y bebida suficiente para resistir, y el alcalde cede y paga, desarrollándose la fiesta con normalidad.
Pero esta situación de incertidumbre económica no podía continuar durante mucho tiempo y s e prepara con seriedad, lo que sería la conversión de aquella banda en una sociedad musical que se autofinanciara principalmente de las aportaciones de sus asociados y de entidades públicas. El cambio se efectua en mayo de 1910 constituyéndose la Sociedad "Fomento Artístico". Se registran 112 socios numerarios en aquella acta fundacional. Se cambia de local, ampliándose para dar cabida a los nuevos alumnos, y se sientan las bases para el crecimiento social y artístico de los años posteriores.
En 1915 el maestro fundador Heliodoro Frígola se retira voluntariamente para dejar paso a un joven director, de la vecina localidad de Sueca, D. Mariano Martí Blay, que revoluciona los métodos de aprendizaje musical, consiguiendo un gran crecimiento tanto en cantidad como en calidad, poniendo las bases de los éxitos de la banda de música en la década de los años 20.
Pero antes, un último y definitivo cambio de denominación en la entidad. En Noviembre de 1917 la Sociedad adoptaría su actual nombre de "Ateneo Musical" de Cullera, y se bautizó una bandera que aún hoy se conserva en el archivo histórico de la Sociedad. Los años 20 marcan un antes y un después en la historia de la entidad.
La masa social demandaba participar en el Certamen Internacional de Bandas de Música(CIBM) Ciudad de Valencia, piedra de toque de las bandas valencianas, y director y directiva inscriben la Banda para la edición de 1927, en la Segunda Sección, junto a 14 bandas más ( entre ellas las dos de Buñol y la otra de Cullera). No hubo duda en el veredicto, el Ateneo Musical de Cullera fue la mejor banda, consiguiendo el Primer Premio con una diferencia notable respecto a las demàs, con la obligada "La Torre del Oro" de Jiménez y la libre "Der Cid" de Peter Cornelius. La llegada a Cullera y la entrada del Premio fue apoteósica, ya que era la primera vez que entraba un premio musical en Cullera. La gran labor del Maestro Marti se hacía notar en una plantilla creciente y asimisno, la sociedad experimentaba momentos de gran crecimiento en todos los ámbitos aprovechando el interés por el asociacionismo y la cultura de la población. La sede social continuaba en el Paseo del Doctor Alemany, pero se desplazó a un local más cercano al mercado, ubicación social que llegaría hasta el año 1974 .
En el año 1931 se produce un cambio en la dirección de la banda, accediendo a este cargo el maestro de Torrent, Mariano Puig Yago, lo que supuso subir un escalón más en la excelencia musical, que llevaría a la consecución de grandes retos, impensables años atrás. Mariano Puig marcó la historia de la sociedad, no sólo por sus 38 años al frente de la Banda, que dan para mucho, sino por la huella pedagógica que dejó en la formación de los músicos, formando a los que eran, sin duda,de los mejores instrumentistas no profesionales de la provincia de Valencia. Después del paréntesis de la Guerra Civil, donde desparecieron muchos músicos locales, los sentimientos legítimos de pertenencia a una entidad, la identificación con el color grana de una bandera y el respeto a la memoria de los que habían hecho posible la fundación y sostenimiento de una sociedad y una banda como ésta, motivaron las gestiones y presiones para que se reorganizara otra vez la sociedad, tal y como se había conocido antes del episodio bélico.
Un grupo de socios con gran empuje y amor propio, encabezados por D. Alberto Santaescolástica Monleón, se encargó de las negociaciones con las autoridades políticas del momento, redactando unos estatutos adaptados a las leyes vigentes y buscando financiamiento para la adquisición de uniformes y nuevo instumental y reparación del antiguo.
Por fin, la banda salió a la calle de nuevo en un acto público: la procesión del Santo Entierro de 1947. Y toda la familia ateneísta se marca como objetivo recuperar el tiempo perdido,comenzándose a planificar una estretegia a medio plazo: relanzar la escuela de música y consolidar el crecimiento de la banda para volver lo más pronto posible al CIBM Ciudad Valencia, todo bajo la dirección artística de Mariano Puig.Los años 50 suponen la participación en diferentes y numerosos certámenes por toda la geografía de la provincia, consiguiendo numerosos éxitos como dos primeros premios en la primera sección del CIBM Ciudad de Valencia, los años 1951 y 1955, lo que motivó el paso a la participación en la máxima categoría de este certamen, la sección entonces denominada especial.
Es el año 1957 el que pasará a la historia de la sociedad, por conseguir la banda por pimera vez para Cullera, el primer premio en la máxima competición bandística de nuestro entorno. Bajo la sabia batuta del maestro Puig, los músicos (amateurs toda la plantilla excepto tres) consiguieron un éxito sin precedentes, lo que llevó a la sociedad a las portadas de los principales periódicos valencianos. Se interpretó como obra obligada una selección de la ópera de Richard Wagner "La Walkiria" y como libre los movimientos tercero, cuarto y quinto de la Rapsodia oriental del ruso Alexander Glazunov. Para entrar en la Plaza de Toros se interpretó la hermosa marcha-pasodoble del propio Puig "Peña Vinaça". Se venció a las bandas de Benaguasil, una de las grandes de entonces, y a la Artística y la Armónica de Buñol, en un éxito total. La fiesta fue sensacional, motivando multitud de celebraciones, entre ellas el bautizo de una nueva bandera y el desplazamiento a Barcelona (el 27 de diciembre) para participar en un acto de homenaje a Valencia con el fín de recaudar fondos para los damnificados de la terrible riada que asoló la capital del Turia. La Banda, como ganadora del reciente Certamen de Valencia, fue la embajadora musical valenciana en tierras catalanas, que se mostraron así solidarias con una tierra hermana que pasaba por ciertas necesidades. Los actos tuvieron lugar en el antiguo Campo de Fútbol de Les Corts, estadio del FC Barcelona hasta ese año.
Los años 60 fueron de una actividad regular y sostenida, destacando la asistencia a las fiestas de la Mercè de Barcelona de 1966. En 1969 acaba su trayectoria como director de la banda el maestro Mariano Puig, al que se le rinde un merecido homenaje, siendo sustituido por Arturo Montes Sánchez, que solo estaría un año como director. La Sociedad aprovecha estos años de transición, tanto social como económica y artística, para plantearse el cambio de sede social, adquiriéndose, ya a principios de la década de los 70, un solar en la calle Almirante(entonces calle de Italia) con posibilidades de ampliación, que serà la base del actual local social.
Comienza una vasta operación de recaudación de fondos y renovación de las estructuras de la sociedad, consiguiendo un renovado impulso en la acción social y paralelamente en el plano musical. Arranca en 1970 la historia moderna de la sociedad, con la toma de posesión de un nuevo y joven director, Bernardo Adam Ferrero, maestro de Algemesí el cual revoluciona el sistema de enseñanza musical y con su labor a lo largo de los 6 años en que ocupó la dirección de la Banda y de la Academia, de 1970 a 1976, sienta las bases para la eclosión artística de los años 80 y de la actualidad.
En el aspecto social, en 1973, en plenas obras del nuevo local, se funda la Comisión de Damas ateneístas, manera efectiva de integrar a las mujeres en los procesos de toma de decisiones y trabajo organizado dentro de la Sociedad, siendo la primera presidenta Desamparados Bayona Sansaloni.
El 30 de Noviembre de 1974 se inaugura la sede social actual, local amplio y en condiciones para desarrollar las actividades propias de una sociedad en crecimiento y atender los retos del futuro.
En 1975 se vuelve a la sección especial del CIBM Ciudad de Valencia. En 1977 se conmemoró el 50 aniversario de la consecución de aquel Primer Premio de 1927. Con los sucesivos directores que pasan al frente de la banda Ramón Herrero Martínez(1976), Daniel Martínez Marín (1976-1980), y Francisco Fort Fenollosa (1980-1983), se consiguen varios premios en este certamen, participando 9 años consecutivamente, desde 1975 a 1983.
Con la llegada de un nuevo director en 1984, Gerardo Pérez Busquier, la banda vuelve a recuperar la senda de los Primeros Premios en el CIBM Ciudad de Valencia.
El maestro de Elda, en asociación con el maestro Talens, gran amigo de la Sociedad, implantan un nuevo espíritu de trabajo y superación musical y la banda vuelve a ir a la sección especial del CIBM Ciudad de Valencia en 1985 y 1986, consiguiendo dos segundos premios, y sentando las bases para que en 1987 se vuelva a ganar la máxima edición de este Certamen, después de treinta años sin conseguirlo.
De nuevo vuelve a ser la sociedad pionera en llevar a Cullera un premio: la Mención de Honor, que desde el año anterior, año del Centenario del Certamen, se concedía a la banda con mayor puntuación dentro de su sección, considerándose vencedora absoluta de la competición. Muy fuerte competencia hubo aquella edición: nada más y nada menos que la otra Banda de Cullera y la Artística de Buñol, a los que nuestra Banda venció claramente. La alegría vuelve a desbordar a una sociedad que vuelve a ver claro el camino del triunfo con las armas del trabajo, la disciplina y el sacrificio constante, notándose la mano de los predecesores en la consecución de la base necesaria para hacerlo posible . La obligada de aquel año fue "Reflections" de Henk Badings y la obra libre "Concierto pour gran orchestre de armónico" de la compositora francesa Ida Gotkovsky, siendo el pasodoble con el que se entró en la plaza, "La Cañada "de Rafael Talens.
En 1985 se había dado un paso más en la ampliación las de estructuras sinfónicas cuando, con motivo del Año Internacional y la Música y la Juventud, la sociedad crea la Banda Juvenil y la Joven Orquesta Sinfónica, abriendo así la posibilidad a la primera agrupación de ser el plantel futuro de la Banda y a la segunda, de profundizar y enraizar el conocimiento de los instrumentos de cuerda con una actividad estable, participando con regularidad en festivales y conciertos por toda la geografía valenciana.
Los años 80 se cerrarían brillantemente con una histórica participación de la banda en una competición musical internacional, el prestigioso World Music Contest de la ciudad neerlandesa de Kerkrade, en la provincia de Limburgo. Bajo la batuta de D. Gerardo Pérez Busquier, y con un programa variado, con la música española como protagonista principal. El jurado otorgó Primer Premio con Timbal de Oro por máxima puntuación en el día de su actuación, entrando también por primera vez en Cullera este premio. El viaje fue un gran acontecimiento social, aprovechando para visitar varios países del entorno europeo.
En cuanto a la Banda Juvenil, que en 1989 ofreció una serie de conciertos en Le Bourget, villa vecina de París, se prepara bajo la batuta del músico ateneísta y discípulo de Gerardo Pérez Busquier, José Agustín Colom Colom, para participar en la Sección Juvenil del CIBM Ciudad de Valencia de 1991, donde arrasa y consigue el Primer Premio con Mención de Honor en una noche histórica, en esta ocasión en el Palau de la música.
Continúan las ampliaciones sociales en la década de los noventa para dar respuesta al gran crecimiento, tanto del alumnado de la Escuela de Música, como de las actividades programadas en el local social. Ya se había adquirido durante la década anterior, un solar que estaba situado en la parte posterior de la sede social, con miras a su ampliación, aspecto que se hizo efectivo a partir de 1990 con la colocación de la primera piedra y la inauguración formal en noviembre de 1992 con asistencia del entonces Consejero de Cultura D. Andreu López.
El Edificio de la Escuela de Música tenía una amplia sala de ensayos en la planta baja, con acceso directo desde el otro local, y en los pisos superiores, aulas para atender los aprendizajes musicales de la entidad, completándose con un archivo musical y despachos. También se aprovecha la coyuntura para reestructurar las antiguas dependencias y hacerlas más funcionales y adecuadas a los nuevos tiempos.
En 1993, Francisco Tamarit Fayos sustituye a Gerardo Pérez Busquier al frente de la banda y la orquesta, tras una etapa brillante, en la que se habían conseguido muchos e importantes premios.
En 1996 se conmemora con gran brillantez y una serie de actos importantes y trascendentes el Primer Centenario de la Fundación de la Entidad. Se creó una Comisión específica de trabajo con el objetivo de preparar los actos que hicieran posible una adecuada celebración. Entre los eventos más destacados estuvo la edición de un libro que recogía la historia de la Sociedad, que fue prologado por el maestro Enrique García Asensio.
También el entonces Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón y Grecia, aceptó su nombramiento como Presidente de Honor de la Sociedad y se celebraron conciertos conmemorativos y homenajes a directores y presidentes de la sociedad. Asimismo, el compositor y amigo Rafael Talens Pello dedicó a la Sociedad la "Obertura para un Centenario" que ha pasado a formar parte del repertorio sinfónico y el Ayuntamiento de Cullera, en sesión plenaria, decidió el cambio de denominación de la calle del Almirante, donde está la sede social, pasando a denominarse "Calle del Ateneo Musical".
El maestro Francisco Tamarit Fayos había causado baja antes de los actos del centenario y, después de una serie de conciertos donde se probó a varios directores, toma posesión en mayo de 1997 al frente de la banda el maestro belga Frank de Vuyst, con el cual se acude ese mismo año al Certamen Internacional de Bandas de Música (CIBM) Vila d'Altea consiguiendo el Primer Premio con Mención de Honor, interpretando el pasodoble "la Cañada" como presentación y luego "Imágenes de la Armada Española" de obligada y la "Sinfonía nº 3" de Alfred Reed de obra libre.
El año siguiente, aprovechando el buen momento de la agrupación, se gana la sección de honor del CIBM Ciudad de Valencia, empatando a puntos con la banda de la Unión Musical de Llíria, en una edición recordada por todos por el incivismo de algunos exaltados que , con o sin razón, dieron una muy mala imagen del pueblo valenciano a todos los asistentes al certamen.
Se asistirá a más certámenes en esta década final del siglo XX, pues la banda participará en un concurso mundial de Bandas en la bellísima población italiana de Riva de Garda en abril de 1999, consiguiendo un Segundo Premio.
La actividad cultural en la Sociedad recibe un nuevo impulso con la constitución en 1998 del "Proyecto Cultural Ateneo 2000", con la participación de un grupo de socios que se encarga de programar actividades culturales como conferencias, presentaciones de libros, exposiciones..., para el disfrute de la masa social ateneísta. También desde el año 2000 al 2002 la banda sinfónica pone en marcha un proyecto discográfico importante, que consiste en la grabación de tres discos compactos, uno para la editorial Beriato de Bélgica y otros dos monográficos de compositores valencianos ligados a la Sociedad, Rafael Talens y Bernardo Adam, con una gran cualidad técnica y artística y que fueron éxitos de ventas.
En el año 2000 toma posesión como director de la Joven Orquesta de la sociedad el maestro de Alcàsser, Pascual Martínez Martínez, con el cual la agrupación sinfónica de cuerda alcanza una nueva progresión ascendente y un nuevo impulso.
También la Banda Juvenil, con su nuevo director, el músico ateneista José Luis Grau Sapiña, toma un nuevo rumbo artístico que relanza sus objetivos musicales.
En 2002, se contrata como nuevo director de la banda sinfónica al joven maestro gandiense Jesús Cantos Plaza y con él se participa en una nueva edición del CIBM Vila d'Altea, en noviembre de 2002. También se consigue el máximo galardón, el Primer Premio con Mención de Honor interpretando " Dunia Piris "como pasodoble de presentación, " Obertura para un Centenario "de Rafael Talens como obligada, y la suite sinfónica de Zoltan Kodály" Háry Janos " como obra de libre elección, ambas obras interpretadas magistralmente.
Poasteriormente, en junio de 2004, será la Banda Juvenil, bajo la dirección de José Luis Grau Sapiña, la que conseguirá el Primer Premio con Mención de Honor en el Certamen Nacional de Bandas de Música de Leganés (Madrid), admirando a todo el público asistente por el gran nivel musical a pesar de la juventud de sus miembros, y cosechando grandes críticas.Se interpretó como obra de obligada ejecución "Aires Gallegos" de D. José Susi López y como obra de libre elección la "Suite Hebraica" de Miguel González. En 2010 se obtiene el Primer Premio del Certamen de Bandas de Música de Benisanó. En 2011 pasará a ser el nuevo director de la Banda Juvenil, el maestro de Corbera, Óscar Biendicho Giménez, con el que se ha continuado la gran labor de formación de músicos jovenes como cantera de la banda sinfónica, y se han repetido los éxitos musicales, consiguiendo el Primer Premio en el Certamen de Banda Juveniles Vila d'Alcásser en 2013. En 2018 ha tomado posesión como nuevo direcotr de la Banda Juvenil, el maestro de Montserrat Jose Salmerón Alemany.
En el plano social, durante esta década se da una nueva imagen de la sede social, con la construcción de una nueva sala de ensayos en la planta superior del edificio, bautizada con el nombre de Sala Rafael Talens, y el cambio estilístico del local y de la fachada, con una nueva, remozada y moderna estructura acristalada.
En 2005 se produce el relevo al frente de la dirección de la banda sinfónica, siendo el nuevo titular el maestro de Benaguasil Vicente Soler y Solano, con el cual la banda ha vuelto a la senda de los primeros premios absolutos en la sección de honor del CIBM Ciudad Valencia.Después de unas temporadas de asentamiento en la agrupación y de ofrecer excelentes conciertos dentro de la temporada de invierno, se han conseguido sendos primeros premios en el CIBM Ciudad de Valencia en los años 2008 y 2014 (éste ya en el Palau de la Música), doblando este fenomenal éxito con sendos primero premios y mención de honor en el CIBM Vila d'Altea, los mismos años 2008 y 2014, consiguiendo también el Trofeo Vila d'Altea y el Corbatín de Oro en 2008, otorgado a la banda por ganar de manera consecutiva los tres certámenes en que había participado.
Y la historia continúa escribiéndose, aprovechando las nuevas tecnologías, como la aparición y el mantenimiento de una web donde se pueden ver todo tipo de contenidos de la sociedad y también con el objetivo de que sirva de punto de encuentro de los ateneístas y de todos los amigos y simpatizantes. El Presidente Juan Palomares Corella y una Junta Directiva renovada rigen actualmente la sociedad con nuevos retos, nuevas metas y objetivos y una ilusión actualizada para continuar escribiendo con letras de oro la historia de la sociedad, como las actividades de la Primavera musical, o la participación en los conciertos A 3 Bandas, junto con las mejores sociedades musicales valencianas.
En el plano artístico, el prestigioso compositor, director y pedagogo Ferrer Ferrán está al frente de la Banda Sinfónica desde 2015, con la que está consiguiendo la excelencia musical de esta entidad con proyección internacional que tiene un único interés: promover y fomentar la música y la cultura, contribuyendo a hacer de Cullera una ciudad mejor cada día, y de los cullerenses gente formada, culta y con criterio.